En las carnicerías
Bajo la mandíbula de los azulejos,
el plomo se aniquila.
se oye: kerosene, leña, papel de diario…
los cartílagos brillan con grillo de norte global
ropa sucia en las sillas…
su pobre armadura de niños amontonados,
se aleja por un corredor corriendo
lleva en su valija la grasa que lo destruye.
un animal antiguo me recordará por dentro,
altamar de una puerta equivocada…
Los árboles se golpean,
las botellas se golpean,
en las pescaderías,
en las carnicerías.
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