20/12/09

El mejor regalo del mundo

Como un cenicero de mono, su mano en cucharón temblaba, y nosotros tratábamos de recuperar la mayor cantidad de aire que podíamos con la boca abierta, boqueando. Bajo los metacarpianos, el dorsal se reflejaba en la sangre, que aún no formaba barro y comenzaba a endurecer.

En estas fechas, correteábamos de un lado a otro, con cohetes berretas, bañaditos y con olor a chivo antes ya de cenar, comíamos como si fuera lo ultimo, mientras los grandes en short y sin remera arrimados apuraban la borrachera en vasos de aluminio, comiendo morcilla cruda, hablando de entre carcajeos.
Después de las fiestas solíamos seguir comiendo las sobras una semana mas, porque mamá cocinaba como para el barrio entero.
Nos gustaba ver las luces en las casas, cuando íbamos a comprar las frutas de la ensalada a ultimo momento, y caminábamos mirando los preparativos,…eso nos ponía en clima.
De familia humilde éramos entrenados para no pedir grandes cosas, como si un mal presagio nos predestinara, como si de un pobre no fueran amigos los galardones. Pero aún así cada año después del rito después de los cohetes comprados con vidrio de sidra…después de la borrachera de los adultos, de varios set del cuarteto imperial y los pasteles verdes, al costado de nuestros zapatos…nada.
Cada año cambiábamos nuestra conducta, haciéndonos mas buenos, acercándonos mas al cielo, porque secos…si! pero hasta la victoria siempre… y no perdíamos la esperanza.
La ultima navidad que jugamos juntos, no pudimos comprar cohetes, ni para el chasqui-bum alcanzó, estábamos indignadísimos, después de un año maravilloso en los estudios (en eso no mas, porque nos inundamos 5 veces y papa otra vez había perdido el trabajo) teníamos la espina de que el viejo de mierda, otra vez pase de largo con sus renos, despreciando nuestro pasto y nuestro agua(a el le dejábamos un poco de bordolino, por si gustaba)
A la altura en que el alcohol hace que los adolescentes se vayan a buscar novia/o y los adultos se permitan algunos chistes verdes, corriendo sapos con la gomera, lo vi:
Estaba meando la parra de la abuela y tratando de secar la botamanga salpicada parado en una patita zamarreando como si quisiera despegarse unos abrojos.

Llame a los chicos, y con la pala con que el tío prepara pastones y mueve el carbón del asado, le dimos la anestesia. Al caer lo llevamos al baldío de al lado, era un gordo fofo y liviano, como si tuviera el peso de papá.
Trataba de dar explicaciones, pero intentábamos romperle los dientes, entonces se tapo la boca. Con el tenedorzote de los chorizos se las inmovilizamos y Jonás trajo la barreta con que acomoda las gomas su padre en el negocio y lo palanqueamos hasta desprenderle todas las piezas dentales. Después le pegábamos con los escombros más grandes, hasta cansarnos, yo no podía mover los brazos porque se me acalambraban como cuando me mandaban a picar cascotes para tirar en la calle.
El hombre no dijo mucho, es que las palabras que no largamos cuando es pertinente se asfixian solas, y los muertos no sirven para nada…sino no se hubiera levantado el cristo.
Nos alejamos recordando cada momento con delicia, nos limpiamos y nos fuimos a dormir con el mejor de los regalos, tiritando todavía agitados y conformes…con el mejor regalo del mundo.
                                                                     Rofkito(yoyo)el decerebrador...

0 comentarios:

ahora ya conoces el camino!

;
Powered By Blogger