18/10/09

BUZON BORRADOR




No hay manera de retornar en pos, respira entre jadeos que revientan en su pecho, un sueño infernal y definitivo, irremediable y posible, así, en un buzón, Camilo agazapado, soporta un yermo imperecedero.
Transcurre la noche, resiste su pensamiento, sus terribles ganas de sucumbir anémico de lágrimas, de culpar tanto a Dios…porque es el momento en donde ya no puede medir hasta cuando. Donde pensar ayuda muy poco y donde el alba esta vez viene de muy lejos.
Escucha ruidos que no reconoce y pone en duda todo lo que aprendió y todo en lo que cree. Se pone terriblemente pesimista, y la angustia lo deja ciego .Siente frío, se entumece, se acalambra y a estas alturas ha perdido la noción del tiempo, horas, meses, no recuerda ya. Su casita del yerbatal sepultada bajo una polvareda, las imágenes nítidas se las devoró un animal que ronda allá afuera, rugiendo. Sólo hay horror, sólo hay espanto, sirenas y gritos. Escucha sus latidos como tambores dentro de su cabeza, entonces después de tanto tiempo de ser arrastrado en carne viva…sale de allí.
En la madrugada transparente una ráfaga se desvanece.
Un oficial lo fulmina al instante…y todo se lo devora, otra vez un animal, de un solo movimiento. Entonces da luz el nuevo día.
Las tropas se marchan al fin, todo lo demás es memoria.

ahora ya conoces el camino!

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