Ahora que el cronógrafo sufre de alopecia
que nada entre nosotros continúa,
que el pan queda inerte en el suelo,
que los pájaros no vienen a verte,
ahora que flotan absurdos
los ovillos que arrastrabas por los paredones
que en ese lugar que era tuyo crece el pasto.
que no se proyecta la sombra tuya.
ahora que te veo contemplar vidrios quebrados
de una casa con asma
que el eco del pecho surge pesado
entre sus costillas como esquirlas
desperdigadas
…
ahora que la profundidad de campo está encallada
en el fondo del aire.
…
Y que, si solo fue eso,
un plan falible escrito
sin estimación de contingencia.
y que, si solo era eso…
si en todos esos abrojos del camino
no había estrellas dispuestas a ser penetradas.
Ahora que hay silencio
soy silencio oscilando
sobre embalses esbeltos de esmalte,
sin brazos y sin párpados.
bajo una manta de tereftalato
te sople sándalo y canela
la tierra franca Turba rubia
llamaba sola a la tormenta…
Ahora que el viento sobrevuela
bombardeando sobras que crujen
ahora que las luciérnagas se meten de a una en tu ojos
¡lleva tabaco y caña!
para que rindas reverencia
ahora que cambio de lengua
la moneda de Caronte
qué es inútil volver a la caverna
a contar sobre fuegos y figuras.
-Ahora que la piedad no parece justa-
qué amarillo impermeable gotearías
si tu mapa solo estuviese compuesto por garabatos
de alguien que aburrido, se quedó sin Adán
y mirando hacia su propio abril
te soñó hasta que te quedaste dormido…
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