5/8/11

241-194-50(rgb)

Esta es una proclama  amarillo, un pensamiento al color innato, al vuelo rapante de las ojivas objetivas entre cisura y cisura y a los muros sal y a las guidis.
Al fuego, a las mujeres orientales, al brillo graso del sudor, y al dolor de cabeza, que por si acaso lo ignoráis es color oro mate.
A la rueda que no funciona en mi cabeza, y  a los pocos del mundo que no me parecen  extraños...
A esa percusión que me sigue, a la gotera de la cocina y a esa horrible cortina.
Al limón, a la ciruela blanca (que es amarilla no blanca) a la crema pastelera,
A la arena erosiva, y al color que nos deja el tiempo, a esta fatal incomunicación y a la palidez de mi pantalla cuando la cervical reclama...
Esta es mi proclama sin carne, ruido a uña, precaria como la parafina
Que podría ser desesperada pero  es irremediable, es sangre, es peñasco.
Es un manifiesto silente, bajo una luz incandescente apenas con un mínimo de temperatura.
Es cansancio, madera salada, cardenillo, yodo y viento.
Mi proclama es amarilla para los artistas de mierda (¡presente!)
Como las copias baratas, y los ejecutivos con tarjeta magnética
Amarillo como los gatos amarillos, Los autos amarillos, como el submarino amarillo...como el maíz
Una perorata para pensar en árabe, para ver como ven los oráculos.
Para aprender de memoria el poema a Gilgamesh.
Una proclama al borde de los libros, al filtro de los cigarros después de fumarlos,
Al cabello rubio, a las margaritas, a la cáscara de los plátanos...a las serpientes
Suelto mi proclama, púa, hacia aquellos que han perdido su nombre...
Acaso si sus nombres fue de color amarillo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que fumaste flaco?

ahora ya conoces el camino!

;
Powered By Blogger