Mariposa de los valles(mientras te cantan en la panza)

Un jardín de bulbos crujientes se abre bajo el valle, del cielo negro, las juntas se aceitan… son ligamentos que preparan esas alargadas acequias, y la molienda es el canuto de un fenómeno meteorológico después de arrojar la piel entre los balastillos.Hay una aureola de pulque que se vuelve viscosa, y Ayahuasca ominosa, estropeando esos cordones con los que ataban tus espíritus…porque aunque no se les ocurre ni por un instante no dejar de mirar por la hendidura, un yaguar sabe que la defensa no es una piedra para raspar.Hay un águila aun bajo el bellote de tu pie desnudo y una fragua de soldar reservas, por si a los elefantes se les ocurriese venir a buscar piñones pisando tu ombligo, en su camino… El encadenamiento se adelgaza como un vértice siempre en la riada, y huele a grasa, por si acaso machacáramos insectos en las encías.
Y si un íntimo inmenso te quitara la alianza para siempre, sentado estará Xluhtecuhtli esperando el permiso de Quetzalcoatl.
Para abrazarte en el suelo más sobrio que te hayas adormilado.
                                                                                                          Rofko(el fulano este)